Muy pocos/as conocen la historia de Thomas Sankara, el líder de la revolución que puso de pie al pueblo de Burkina Faso, una ex colonia francesa que era conocida como Alto Volta. Un territorio históricamente saqueado por el colonialismo francés y su pueblo oprimido.
Luego del derrocamiento del Coronel Saye Zerbo a manos del Mayor Jean – Baptiste Ouédraogo y el Consejo de Salvación Popular (CSP), el 7/11/1982, aparece en escena el Capitán Thomas Sankara, líder del ala más radical del CSP. Thomas fue nombrado Primer Ministro en enero de 1983.
El joven líder de 33 años llevaba la revolución en la sangre, cuando llegó al poder se dedicó de lleno a luchar contra el imperialismo que históricamente desangró al país.
Teniendo un gran apoyo popular lanzó un programa revolucionario e inédito en el continente.
El programa se basó en la lucha contra el imperialismo evitando la ayuda exterior que siempre terminó en sometimiento y le cerró la tranquera al FMI. Nacionalizó los recursos naturales y luchó contra el hambre a través de una reforma agraria que llevara a la autosuficiencia.
En este sentido, le quitó las tierras a los terratenientes y las repartió entre los campesinos a quienes no se les cobró impuestos rurales. Fomentó la educación a través de una extensa campaña de alfabetización y el Estado invirtió cuantiosos recursos para promover la salud pública.
Realizó una campaña de vacunación contra el sarampión, la meningitis y la fiebre amarilla que benefició a más de 2 millones de pibes/as. También fue un gran ecologista, hizo plantar más de 10 millones de árboles para evitar la desertificación del país.
Intentó renovar la inexistente infraestructura ideando un plan de construcción de carreteras y ferrocarriles que no se llegaría a realizar. Fue un pionero en África a la hora de apoyar la lucha de las mujeres por la igualdad. Prohibió la mutilación genital femenina, la poligamia, los matrimonios forzados, las alentó a trabajar, estudiar y nombró a varias mujeres en puestos claves de su gobierno. Como símbolo del renacimiento que parió la revolución, renombró al país de Alto Volta a Burkina Faso, “el país de los hombres íntegros”.
Pero el renacimiento llevado adelante por Thomas no fue tolerado por el ex amo colonial y sus acólitos locales: la pequeña pero poderosa clase media y en especial los jefes tribales que históricamente se habían beneficiado con la esclavitud y el pago de tributos.
Thomas Sankara, hombre íntegro y admirador de la Revolución Cubana, fue asesinado luego del golpe de Estado liderado por Blaise Compaoré el 15/10/1987. El golpe contó con el apoyo directo del gobierno de Mitterrand.
Thomas dijo poco tiempo antes de morir: “Aunque los revolucionarios sean asesinados, no podrán matar sus ideas”.
Las ideas de los hombres y mujeres íntegros/as son inmortales. 🇦🇷✌️🇧🇫
Del muro de Patria Libre 🇦🇷✌⚪🔴⚪
@Tano2412 vía Twitter.
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