Desde hace algo más de dos décadas, la perversidad y la perfidia, personificadas en Luis Omar Giménez, intentan corroer las estructuras de Télam y, con ello, llevarse sueños, esperanzas y reivindicaciones de sus trabajadores.
Mientras encumbra sus prácticas mafiosas, con maligno empeño y con el envoltorio de regalo de esa asociación ilícita y parasitaria llamada Sitrapren, Giménez se vende como “panacea” gremial, junto a una “conducción” elegida a dedo en una oficina del quinto piso, sin supervisión ni legalidad.
No es más que un grupo faccioso, desideologizado, atento en exclusiva a sus intereses y propenso a la traición como metodología. Allí no existen ideales, sólo recuento de billetes. No hay proyecto para los trabajadores sino paraísos fiscales con único y exclusivo beneficiario.
La banda creció al amparo de Directorios empecinados en oxigenar sus pretendidos aires de sindicato en negociaciones a espaldas de los trabajadores, pese a que esas tratativas fueron deslegitimadas por el Ministerio de Trabajo, el 4 de enero de 2008, con la ratificación de otro dictamen del 17 de junio de 2005.
“Teniendo en cuenta que en Télam ya existe una entidad sindical con personería gremial (Utpba, según Ley de Asociaciones Sindicales 23.551 vigente) y que se efectuó una elección de delegados -reconocida por la cartera laboral-, (el Sitrapren) no posee la facultad de convocar a comicios, negociar paritarias, salarios, condiciones de trabajo o convenio colectivo de la actividad", dictaminó.
La CGI denuncia y repudia, como tantas veces se ha hecho en Asamblea y en documentos políticos, a este mercader con pretensiones de capo mafia, carnero con diploma, que aprieta a diario a compañeras y compañeros, en persona o a través de sus esbirros; intimida, atemoriza, amenaza, abusa y violenta la identidad de género, excusándose en una "hombría" que jamás se atrevió a demostrar ante un par.
Exsocio de Martín Granovsky, boicoteador de una protesta masiva y organizador de una empresa paralela con otros carneros polifuncionales durante el histórico paro general de 40 días en 2006, luego de ordenar las cesantías de Jorge Azar y Hernán Pereyra. Impulsor de suspensiones y despidos, heraldo de nichos y gerencias para el robo de las arcas del Estado, es el mismo "dirigente trucho” que dispuso como ‘delegado’ once paros entre 2003-2005 porque el entonces presidente del Directorio le negó "el sobre negro mensual".
Es el que siempre procuró la división de los trabajadores para exclusivo beneficio personal. El que hoy pretende sentarse a la mesa de la Coordinadora de Gremios Estatales de la CTA y la CGT, pese a que en Télam no somos estatales.
Es el mentiroso histórico que volantea panfletos con falaces acuerdos, que publicita conquistas de otros, que con el apócrifo concepto de “cuota sindical” descuenta por planilla impunemente los sueldos de compañeros mantenidos como rehenes de su estructura facciosa. El que "regala" a fin de año mil pesos a sus afiliados, cuando durante todo el año les roba 1.600 en promedio a cada uno.
¡Basta de impunidad y aprietes! La democracia sindical se construye sin temores ni amenazas. La CGI inicia hoy una cruzada contra la perversidad y la perfidia y convoca a los trabajadores que permanecen cautivos en esa asociación ilícita a desafiliarse y respaldarse en representantes legítimos y elegidos legítimamente, para ser TODOS protagonistas del engrandecimiento del espacio laboral.
La empresa tiene ahora la responsabilidad y el poder de decisión de limpiar de delincuentes, mafias y robo organizado a nuestra agencia de noticias. Lo contrario será sinónimo de muerte lenta y anónima...
Buenos Aires, 22 de Abril de 2013
* COMISION GREMIAL INTERNA
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