ECONOMÍA SOCIAL-CIUDAD (CARTELERA)/
(CON FOTOS)
UNA ISLA DE ECONOMÍA SOCIAL ENTRE LA MOVIDA DE PALERMO
HOLLYWOOD
Buenos Aires, 27 de febrero (Télam, por Raúl Queimaliños).-
Entre el ruido y el alto consumo de Palermo Hollywood, el sector del viejo
barrio porteño transformado por las productoras de televisión, los boliches y
los negocios para turistas, florece desde hace seis años una insólita isla de
la economía social: el mercado de Bonpland.
Hijo del asambleísmo barrial que cundió con la crisis de
2001, funciona en el histórico galpón de estructura de hierro y techo de chapas
de Bonpland 1660, heredado de un viejo mercado municipal que murió en la
epidemia de neoliberalismo de los `90.
Allí pueden comprarse, a buen precio, alimentos frescos o
elaborados artesanalmente, bebidas, ropa, artículos para regalo y hasta libros,
cuyo común denominador es que llegan directo de sus productores, en general
cooperativas, organizaciones campesinas, fábricas recuperadas o empresas
familiares.
Hay quesos, huevos, mieles, cervezas, vinos, mermeladas,
tomates triturados, fiambres, nueces, aceites, dulces, conservas.
"Hay verduras pero no se vende carne, sí pollo y, a
pedido, también cerdo y conejo", detalla Ignacio Rojo, 52 años, empleado
estatal y comerciante, miembro de la cooperadora que conduce este mercado,
abierto al público martes, viernes y sábados, de 10 a 22.
Aclara que si bien son todos productos sanos, elaborados en
pequeña escala y por lo tanto sin empleo de variedades transgénicas ni
pesticidas, no se trata exactamente de producción orgánica, condición que de
existir, limitaría su función social.
Juan Pablo Pereyra, 35 años, actor, militante de
organizaciones populares contrarias a la economía neoliberal y también miembro
de la cooperadora, define al mercado como "un espacio donde el consumidor
resuelva su demanda de canasta familiar, pagando un precio justo que vaya lo
más completo posible al productor".
La clientela está formada por vecinos y también por gente
que, aunque viva lejos, quiere apoyar esta experiencia de economía social,
donde además goza de una atención personalizada que se mantiene aun durante las
aglomeraciones de los sábados a mediodía.
Porque los 25 puestos del Bonpland, que ofrecen productos de
un centenar de organizaciones productivas de todo el país, son a la vez
promotores de una economía más justa. Son "organizaciones produciendo
valores", como dice un eslogan presente en el lugar.
"Hacé justicia por compra propia. Animate a un consumo
diferente", pregona por ejemplo un cartel firmado por el Colectivo
Solidario. Y recuerda: "Detrás del consumo están los productores".
En el puesto de La Asamblearia, atendido por Claudia, se
propone a su vez "sumate al cuidado ambiental, practicá consumo
responsable", y en Mundo Alameda, de la organización La Alameda, que lucha
contra la trata de personas, se ofrecen remeras con la leyenda "no
chains" (no a las cadenas) y la recomendación "vestite sin trabajo
esclavo".
Las fábricas recuperadas están representadas en camperas de
Lácar, jamones de Torgelón, muzzarella de Séptimo Varón, tapas para empanadas
La Mocita, grisines de Grisinópolis y chocolates de Arrufat.
También hay espacios del Centro Ecuménico de Educación
Popular, la Cooperativa Agropecuaria de Productores Familiares de Florencio
Varela, el Centro de Comercialización de Productos de la Agricultura Familiar y
la cooperativa Río Paraná, de larga historia de luchas en Misiones, a punto tal
que su marca Titrayjú, de resonancias guaraníes, proviene en realidad del lema
"tierra, trabajo y justicia".
La diseñadora sanjuanina Rosa Zambrano, en el puesto de
Soncko Argentino, ofrece indumentaria de diseño artesanal, con marcada
influencia de las culturas precolombinas.
La cooperativa Red del Campo, con Ignacio Rojo al frente,
vende "todos los mates y otras yerbas", con todo para tomar la
popular infusión, desde el termo hasta yerba misionera Kraus, junto con otros
artículos camperos.
Los sábados, suele haber actividades culturales y artísticas
que atraen más visitantes, y se anuncian por la página de Facebook
"Mercado Solidario de Bonpland", como actuaciones de la murga
palermitana "Atrevidos por costumbre".
El primer sábado de cada mes, los Ecoclubes cambian material
para reciclar (vidrio, plástico, papel) por plantines.
El lugar está limpio y bien ventilado y dispone de buenos
baños. (Télam)
rq-rb...
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