Les va bien, empezaron con pastas frescas y ahora preparan
además comidas elaboradas para poder pasar el verano. Son una cooperativa que
nació gracias al esfuerzo y el compromiso, que creció pero que ahora necesita
un espacio más grande para ampliar la producción y sobre todo tiempo. Tiempo de
voluntarios y voluntarias que puedan sumarse a dar una mano.
“Venimos pasito a pasito cumpliendo los objetivos que son
hacer el Taller de Pastas, formar la Cooperativa formalmente e independizarnos físicamente del Centro
Vecinal para poder poner una verdadera fábrica. Quienes llevamos adelante esto
no cobramos un mango, es más que ad-honorem así que la escases de tiempo es realmente
un problema. Pero en el camino vemos resultados muy emocionantes”, cuenta el
doctor y militante todo terreno Ernesto Argañaraz.
Sin eufemismos innecesarios, relata la importancia del
emprendimiento: “Las minas que van y laburan se ganan unos pesitos, aprender a
laburar en colectivo, se baraja el tema de Género y sobre todo, salen de los
ranchos infernales donde viven, unas horitas, para cagarse de risa y tomar
mate”.
Para comunicarse con el taller de Pastas hay que llamar al
0351 1523135419.
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