Pasados unos días, cuando el polvo comienza a
bajar se descubren algunas anécdotas sobre quién participó y quién no en la
marcha del “pueblo” la cual la corporación de medios mas grande del país se
encargó de dejar en claro en que ellos no habían organizado nada, aunque no
pasaban cinco minutos en los cuales no se arengaba a la gente a participar de la
misma.
No debemos negarlo (no hace bien hacerlo),
muchos participaron realmente por motus propio, pero fueron opacados por aquellos fanáticos e
intransigentes que, a fuerza de insultos y violencia estropearon el día tan
especial de la “opo” y la “corpo” (quien, por supuesto no se encargará de
mostrar las imágenes de insultos, agravios, violencia y fanatismo).
Lo mejor que hubiese sucedido era que el 8 de
noviembre (para nos ser tan yankee) se
viviera un día de protesta sin golpes, insultos, desmanes, y controversias.
Estas cosas afectan a los que creen tener
un justo reclamo, participando en la marcha (gente que no fue a insultar). Personalmente
no estaba de acuerdo con ésta marcha: pues la veo como egoísta, ya que todos, de
repente salieron a las calles enervados porque se exigen impuestos desde el
gobierno, se restringe la venta de dólares para el pago de deudas heredadas, o
se protesta por la inseguridad que es cierta y es un gran flagelo en todo el
mundo (aunque nadie admite que ésta es un factor directo de la exclusión social
que generan las propias clases adineradas que, a fuerza de explotación alejan a
las familias pobres a la miseria). Yo ciertamente no fui a la marcha pero hago
esta pregunta propia: ¿Donde estábamos cuando los niños morían de a cientos por
el hambre que les consumía. Donde estábamos cuando Norma Pla gritaba por toda
una generación de viejos, que con los
“$160” morían todos los días, en la carpa blanca o en tantos otros
puntos álgidos de nuestra historia, que mirábamos por tv? ¿Será que las clases
se vuelven patriotas solo cuando les tocan sus ganancias?
Algo que me llama la atención es el odio, con
que mucha gente (vuelvo a decirlo: no toda) salió a las calles como si se
tratase de la inquisición. Ese resentimiento es aprendido en grandes dosis, que
todos los días golpean constantemente. Me llamó la atención dos personajes
entre tantos:
Uno, Odontólogo de Belgrano, mundialmente
conocido, pero no por sus habilidades en el oficio de curar bocas, sino porque
el 15 de noviembre de 1992 mató a su esposa a su suegra y a sus dos hijas con
sendos escopetazos, y como si no fuera poco con esto, luego se fue al zoológico
y a un albergue con su amante.
Fontova en su “Milonga para Barreda” asegura: “El
dentista se colgó en un agujero negro, nunca nadie más lo vio…”
Bueno ya podemos decir que lo encontramos,
estaba caceroleando en la marcha del 8N.
Otro: Periodista, la joven Estefanía Heit[1]
quien con delirios místicos mezcla meditación trascendental, teología, flores
de Bach, sahumerios y frases pomposas, empalagosamente trilladas logrando unir
todo esto con otras actividades menos pacíficas como las sectas, el rapto, la
tortura y la violación.
Sería casi anecdótico, (si no fuera por la
campaña permanente de desánimo y odio) que en su página de Facebook (donde ya
no se encuentran comentarios de amor y paz como presumo había antes), aparece en
forma destacada un “me gusta” con la simpática manito de aprobación ¿a quien
sino? Si, a Jorge Lanata, y a su programa “Periodismo Para Todos”, otros “me
gusta” se los dedica a María
Luisa Storani, (Diputada Nacional
por la Provincia de Buenos Aires, de la Unión Cívica Radical), al Duhaldista
80% Abogado Mario Das Nevez, etc.
Pero es en su blog “Mi Vida
Vale” es donde encontramos un verdadero tesoro. Partiendo que Heit tiene como su
único “amigo y sitio conocido” al Blog Clarín, entrevistas a Ricardo Alfonsín[2], a Juan Carlos Moran, (candidato
a gobernador por la Coalición Cívica junto a Elisa Carrió), una larga
entrevista cargada de elogios al presidente de la sociedad rural Hugo Biolcati[3], y en otro largo artículo
sobre el nazismo en donde destaca la cualidad de amar de Adolf Hitler[4]
Dice en otro artículo en
donde se queja de que “Hemos perdido el amor a la verdad” y critica la Asignación Universal
por Hijo: “La injusticia es lo que tendría cabida, lo que triunfaría, lo que
generaría estabilidad…” si… Hacer cosas por la fuerza generaría estabilidad…
Estos personajes, de ideas extremas y
ortodoxas tienen una representación popular, que se vio en alguna de las
personas que fueron al 8N, para muchos fue la marcha del reclamo (de seguridad
social y jurídica, etc., etc.) pero para otros fue un espacio en donde se
vieron con el derecho de agraviar, golpear e insultar.
Quedará grabada la piña artera que recibiera el
periodista Néstor Dib de C5N, los insultos que les propinaban a los cronistas
“oficialistas”, el gas pimienta en los ojos del camarógrafo, y el
acorralamiento en un café, propio de una turba iracunda… Cosas por el estilo
que nos hacen preguntar: ¿Esas personas piden paz y justicia?
No es casualidad que gente desquiciada como
Barreda estuviese en el 8N, o Heit
tuviera amigos como Clarín Biolcati y Lanata, pues esa gente siembra odio,
resentimiento y rencor en la sociedad que vemos reflejada día a día.
Mientras
sigamos tratando de Yegua a la máxima autoridad de un país (una frase cargada
de desprecio, odio, y violencia de género) deseándole diariamente la muerte a
la presidenta, ministros, y sus seguidores, mientras sigamos haciendo “fuck you”
en tv, un fiel ejemplo de apología a la violencia; mientras sigamos poniendo palos
en la rueda y siendo egoístas, seremos los representantes de sádicos y locos
sueltos.
Alguna
vez dijo Benavente “Más se unen los hombres para
compartir un mismo odio que un mismo amor” tratemos de ser la excepción:
juntarnos para sumar y crear y no para odiar y dividir.
Fernando Chinellato.-
ferchine@hotmail.com
[1] A ciencia cierta no sé si marcho el 8N,
aunque por lo que ella misma dice en su blog, de público conocimiento, es
seguro que si, pero es de entender que si no lo hizo fue por que estaba ocupada
en sus asuntos, como intentar que no escapara su víctima.
[2] Nos dice Heit de Alfonsin Jr.: “La amplitud y complejidad de sus
pensamientos, conocimientos, y percepciones de la vida y el mundo, lo
convierten en un intelectual más que un gestor político. Al mismo tiempo que
dan un aliento de esperanza para aquellos que veneran a Leandro Alem, exigiendo
una réplica de sus principios.”
[3] De Biolcati Estefanía Heit dice: “Emblemático, veraz, honesto, pacífico,
esperanzado, solemne, con un criterio elevado para el análisis de la realidad y
un amor incomparable hacia su patria, Biolcati se gano un lugar en la Historia
Argentina.
Aunque no le
interesan los reconocimientos se convirtió en el emblema del pequeño y mediano
productor. Por su sencillez conquistó el respeto de los productores
agropecuarios y por su constante lucha la admiración de una nación.”
[4] Así termina su
largo articulo: “…su paso por la vida (de Hitler) sigue
causando miedo, sorpresa, devoción y llanto. Aun cuando todos los libros del
mundo desaparezcan, eterno será al palpitar de cada historia que lo nombre,
porque lo que algunas veces parece darle vida es la gota de aire que se
desprende de los labios, es decir la palabra.”
lo lamento pero esperaba otra cosa, muy limitado todo como análisis
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