La organización Tupac Amaru está construyendo unas 400 casas en Mendoza Tiene presencia en nueve departamentos. Logra los fondos a través de líneas de financiamiento nacional. Tiene 6 mil integrantes y 32 cooperativas en la provincia. El sábado Milagro Sala visitó uno de los barrios, en Guaymallén.

El alma de la organización es la jujeña Milagro Sala, criticada y aplaudida con la misma intensidad, por el trabajo que realiza en su provincia. La dirigente estuvo el fin de semana en Mendoza donde participó de la presentación de un documental por los doce años de la entidad y aprovechó para inaugurar las casas de 60 vecinos, en Kilómetro 11, de Guaymallén.

 Sala tuvo sus primeros seguidores en Mendoza en el 2007, luego de que un grupo de mujeres la escucharon hablar sobre la organización que formó en Jujuy. Fue Nélida Rojas, quien se preguntó por qué no podían replicar la experiencia en Mendoza. Cinco años después la entidad tiene 32 cooperativas de trabajo y 6.000 integrantes en nueve departamentos.

También lograron líneas de financiamiento nacional. Ahora destrabaron nada menos que 40 millones de pesos provenientes de la Nación, con lo que continuarán construyendo viviendas.

El circuito de financiamiento se realiza a través del IPV, las comunas y finalmente la organización. Cuando comenzaron les daban 57 mil pesos por vivienda, luego subieron el monto y las últimas casas que se construirán tienen un presupuesto de 106 mil pesos cada una.

En cuanto a las críticas que recibió la organización por los fondos que recibe, Nélida Rojas, aseguró que utilizan el dinero para construir las casas y señaló que deben presentar los papeles ante el Tribunal de Cuentas. Además explicó que se estipula claramente a qué se destina el dinero: compra de materiales, seguro, monotributo solidario, entre otros.


Sistema de construcción

En un enorme predio ubicado en Kilómetro 11 de Guaymallén, que el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) adquirió a un privado, se levanta el barrio al que asistió Sala el sábado.

 Los vecinos construyen sus propias viviendas en forma comunitaria. Algunos varones se dedican a la albañilería, entonces pueden guiar a sus vecinos en la tarea, aunque reconocen que les falta capacitación, sobre todo en electricidad e instalación de las cañerías.

Nancy Alaniz y Gustavo Pedernera muestran su casa. El hombre, que es albañil, contó que cada vez que hacía una vivienda pensaba todo lo que le pondría a la propia, aunque creía que eso nunca se haría posible.

“Nos cambiamos en dos semanas, pero queremos estar todo el día acá. Le hemos puesto mucho amor a la casa, a cada detalle”, aseguró Nancy.

Valeria Espejo, Agustín Ortubia y sus cuatro hijos también estrenaron casa. Para ellos significó volver a unirse, ya que por la imposibilidad de alquilar una vivienda para todos, estaban repartidos en dos casas.

gustín explicó que los vecinos colaboran en la construcción de cada vivienda, por lo que las labores se hacen menos pesadas.

En el enorme predio ya levantaron 60 casas y está previsto construir 20 más.

Aurora Calancha espera la segunda etapa del barrio, pero mientras tanto colabora en la construcción de la de sus vecinos. La mujer dijo optó por participar de esta organización porque son solidarios y porque venía de ser estafada por dos cooperativas.

Franco Guzmán también construirá su vivienda en la segunda etapa del barrio, aunque participó en los trabajos porque es maestro mayor de obras. Llegó a la organización por su esposa, Viviana Arenas y se quedó porque vio un gran compromiso entre los vecinos y mucha solidaridad.

Franco controla que la obra vaya bien y cuenta que todos hacen de todo: preparar mezcla, hacer la pared, pintar; aunque destacó la labor de las féminas.

Además de las cuatrocientas viviendas que se están construyendo, la organización lleva un proyecto de casas rurales en San Martín, Santa Rosa y Tupungato. Estas tienen características distintas, son más amplias y están lejos unas de otras, para respetar las necesidades de los campesinos.

El primer departamento donde tuvo presencia la organización barrial fue en Lavalle. Ahí construyeron cien viviendas, además de una fábrica textil donde pueden trabajar cien operarios, aunque recién arrancaron su producción y trabajan 20 mujeres.
En el departamento del norte también construyeron un jardín maternal que inaugurarán en breve y la intención es continuar con obras de red de gas y cloacas.

Fuente MDZ