viernes, noviembre 11, 2011

Hace 60 años las argentinas votaban por primera vez Sociedad / El 11 de noviembre de 1951 casi cuatro millones de mujeres argentinas ejercieron por primera vez el voto. El sufragio femenino fue uno de los proyectos legislativos más postergados desde 1928. Las miradas de Norberto Galasso, Dante Gullo y Esther Goris.

Por Gisela Carpineta
@GCarpineta

“Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos, una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas. Por eso hay en ella crispación de indignación, sombra de ataques amenazadores, pero también alegre despertar de auroras triunfales. Y eso último se traduce en la victoria de la mujer sobre las incomprensiones, las negaciones y los intereses creados de las castas repudiadas por nuestro despertar nacional”.

Esas fueron las palabras que Eva Perón dijo el 23 de septiembre de 1947 desde el balcón de la Casa Rosada. Frente a ella, una Plaza de Mayo repleta observaba atenta a Juan Domingo Perón entregándole el decreto de promulgación de la ley 13.010. Aquel discurso llevaba tras de sí largos años de lucha y significaban la culminación de un arduo reclamo que venía realizándose desde hacía varias décadas.

Cuatro años después, un 11 de noviembre de 1951, esa mujer vería cómo la ley promulgada por el peronismo se ponía en práctica. Hace sesenta años, Evita emitió su primer y único voto, recostada en su lecho de enferma.

Al igual que ella, 3.816.654 mujeres argentinas ejercieron por primera vez el voto en las elecciones nacionales que consagraron como presidente para un segundo período a Juan Domingo Perón.

“El voto femenino impulsado por Evita, fue una de las medidas más revolucionarias de los primeros gobiernos peronistas. Además, de ubicar a la Argentina en calidad de jurisprudencia avanzada en el mundo, le dio a la mujer el lugar que le correspondía”, explicó Dante Gullo, diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Frente para la Victoria.

Era tal la oposición de las otras fuerzas que la ley, esperada para el 3 de septiembre de 1947, debió postergarse para el 9, en que se la aprobó en sesión especial, mientras miles de mujeres presionaban desde la Plaza de los Dos Congresos.

“Si bien la oposición se rasgaba las vestiduras diciendo que supuestamente era moderna, liberal, y progresista, siempre atacaron al peronismo desde actitudes reaccionarias, de derecha, conservadora, vulnerando así derechos como la legitimidad del voto de la mujer”, agregó Gullo.

De hecho, el Partido Peronista –que sacó el 63,9% lo hizo contra el 30,8% de la Unión Cívica Radical- fue el único de los dos que llevó mujeres en sus listas. Por ese motivo, a partir de 1952 asumieron en sus bancas 23 diputadas y seis senadoras por el oficialismo.

“Siempre se decía que para que la mujer votase había que educarla largamente porque darle el voto era darle la necesidad de participar”, explicó el historiador Norberto Galasso.

“En aquellas elecciones Eva Perón no pudo acceder a la vicepresidencia. Cada uno tiene sus interpretaciones. Hay algunos que dicen que es porque estaba enferma de cáncer. Lo curioso es que el vice, Hortensio Quijano, también estaba enfermo de cáncer, de modo que ese no era el problema. Entre otras cosas, el tema era que las fuerzas militares no hubieran aceptado que una mujer hubiese quedado al frente del poder si le sucedía algo a Perón”, reflexionó la actriz Esther Goris, protagonista de la recordada película Eva Perón.

Respecto al sueño trunco de Eva de acompañar a Perón en la fórmula, la actriz dijo: “En la película, José Pablo Feinmann –guionista- le hace decir a Perón: ‘Te quiero ver firmar’, y ella responde: ‘A mí también me hubiera gustado que me votaran’”.

“Alicia Moreau de Justo venía luchando por esto hacía mucho tiempo. Sin embargo, fue Eva quien puso el broche de oro a una lucha que había comenzado mucho antes”, explicó Esther Goris. “Victoria Ocampo, aunque lo haya hecho tarde, se dio cuenta de su estupidez cuando reaccionó en contra de lo que era una gran conquista social por el solo hecho de que lo daba el peronismo”, agregó.


De la mano del peronismo

En 1945, tras haber creado la División de Trabajo y Asistencia a la Mujer, el entonces coronel Perón ya había encarado una política dirigida a reflotar la cuestión del sufragio femenino y el 26 de julio de ese año, en un acto celebrado en el Congreso, hizo explicito su apoyo a la iniciativa.

El 3 de septiembre de 1945, la Asamblea Nacional de Mujeres presidida por Victoria Ocampo, resolvió rechazar que el voto fuese otorgado por decreto por un gobierno de facto. El decreto no llegó a salir porque los sucesos de octubre del 45 pospusieron el tema.

En 1946 Perón ganó las elecciones y Eva pasó a presidir ese año la Comisión Pro Sufragio Femenino, que comenzó a presionar para lograrla: “Evita tuvo el mayor de los pesos para que la ley se sancionase y significó la relación entre el pueblo y Perón. Tuvo la inteligencia para hacer posible la revolución de esta Argentina”, reflexionó el diputado Gullo.

En 1946 Perón ganó las elecciones y Eva pasó a presidir ese año la Comisión Pro Sufragio Femenino, que comenzó a presionar para lograrla: “Evita fue el paradigma, la síntesis de la lucha por el voto femenino”, explicó Galasso.

Gracias a Eva, el pedido que se instaló en las mujeres a tal punto de que ellas pasaron a desempeñar un papel activo, culminaría el 9 de septiembre de 1947, cuando pudo sancionarse finalmente la ley 13.010 que establecía en su primer artículo: "Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos".

Según explicó Galasso, a partir de la sanción de la ley también se dio una gran participación de la mujer en los sindicatos: "El sufragio femenino significó la reivindicación de la mujer en la política y también en el empleo”.

“Recordando el voto femenino también recordamos lo que es una Argentina que supo estar entre los pueblos de avanzada del mundo en cuanto a su legislación, propuesta y materialización de aquellos avances que implicaron siempre libertad e igualdad”, dijo Gullo.


Un largo camino hasta el presente

Desde ese discurso a la fecha, por el poder político pasaron mujeres como María Estela "Isabel" Martínez de Perón, hasta Cristina Fernández de Kirchner -elegida presidenta en 2007, durante unas elecciones en las que disputó por el cargo con Elisa Carrió, hasta ser reelegida en los comicios del 23 de octubre último.

Otras dirigentes que disputaron cargos que tradicionalmente habían sido ocupados con exclusividad por varones fueron Graciela Fernández Meijide, del Frepaso, que derrotó a Hilda Chiche Duhalde, del PJ en 1997. Fabiana Ríos fue la primera mujer que arribó a una gobernación en 2007 y le siguió la kirchnerista de Catamarca, Lucía Corpacci, quien triunfó en los comicios de marzo 2011. Lo mismo ocurrió con mujeres que en los últimos años accedieron por primera vez a cargos de un gobierno nacional como Nilda Garré en el Ministerio de Defensa, o Felisa Miceli en el Palacio de Hacienda.

“En términos históricos, es poquísimo sesenta años. Hemos sido afortunados y dimos un gran salto como pueblo. Pasar del ’51 a elegir a una presidenta con el 54 por ciento de los votos, significa un salto cualitativo enorme que a mí me hace muy feliz”, confesó Esther Goris.

"Es todo un símbolo en sí mismo que a 60 años de la emisión del primer voto femenino, Cristina haya sido reelecta. Nosotros tenemos que estar a la altura de las circunstancias y por lo menos debatir temas como la legalización del aborto, una de las cuentas pendientes en relación con los derechos de la mujer, para reunir el suficiente consenso y generar una legislación que contenga, contemple y exprese a todos”, dijo Dante Gullo.

Tras confesar que interpretar a Evita fue “uno de los regalos más lindos" que le dio la vida, Goris afirmó: “La diferencia con la actualidad es que una mujer no podía ocupar el lugar de vicepresidente aunque todo un pueblo se lo reclamaba abiertamente. Y esta vez tenemos a la mujer más brillante de los últimos tiempos”.

Para Galasso, el balance a 60 años del primer sufragio femenino es “más que positivo”: “Lo que realza mi análisis se prueba cuando Cristina Kircher da discursos de dos horas sin siquiera tener una hoja y que su figura tiene un prestigio que es mundial”. Nuestra presidenta actual es un cuadro político e ideológico excepcional que nos muestra que Evita iba por el buen camino”.

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