La Asociación Madres de Plaza de Mayo fue reconocida, esta mañana, por la Fundación Raíces Argentinas como “mensajeras de paz” por su lucha en defensa de los derechos humanos, en un acto realizado en el auditorio Juana Azurduy de la Universidad Popular.
Además, en la actividad se anunció que, en homenaje a su lucha inclaudicable, el domingo 16 de octubre, día de la Madre en nuestro país, se inaugurará, en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), el monumento “Marco de la paz”, que ya fue erigido en diversos países del mundo.
El reconocimiento a las Madres fue entregado a todas ellas en general y a Juana de Párgament y a Hebe de Bonafini, en particular. Juanita fue reconocida no sólo por ser la de mayor edad –próximamente soplará 97 velitas– sino por ser una integrante destacada de la Asociación desde la primera hora.
Al comenzar, el director de La Voz de las Madres-AM 530, Pedro Lanteri, que ofició de conductor del acto, destacó los argumentos por los que las Madres eras justas merecedoras del reconocimiento: “Las Madres de Plaza de Mayo siempre lucharon por la paz. Lo hicieron a su modo: defendiendo la vida, en medio de un sistema capitalista que sólo produce muerte, que en nuestro país llegó al extremo de cometer un genocidio para perpetuarse, y que no se detuvo siquiera en la perversión de ofertar dinero a cambio de impunidad, circunstancia que las Madres rechazaron con todas sus fuerzas. La lucha de las Madres siempre fue pacífica, pero no por ello tibia o tenue. Su coraje civil, su resistencia al poder económico y militar, su denuncia de las complicidades estatales que signaron la vida democrática del país desde la restauración republicana de 1983 hasta el 25 de mayo del año 2003, tuvieron por objeto la preservación de los mejores valores humanos: la solidaridad y el bien común”, expresó.
Luego, cedió la palabra al presidente de la Fundación Raíces Argentinas, Luis D’Angelo quien comenzó pidiendo un aplauso a las Madres. Posteriormente profundizó sobre el concepto de paz y aseguró que “no hay paz mientras haya injusticia social, desigualdad, hambre”. “La paz se construye todos los días con hechos concretos”, agregó.
Además, D’ Angelo repasó la vida de Luigi Brancati, creador del “Marco de la paz”, y brindó detalles de los otros sitios del mundo donde se ya construyó ese monumento: Brasil, México, China, Italia, Uruguay y Mendoza (Argentina).
Por último, este miembro del Consejo Consultivo Permanente de Paz, y embajador de Paz de la ONU, expuso el trabajo que realiza la Fundación Raíces desde hace 37 años.
A su turno, Luigi Gaetano Brancati, ideólogo del “Marco de la Paz”, ahondó en los orígenes de este reconocimiento: “Lamentablemente estamos en un mundo donde la tercera parte de la humanidad no tiene pan para comer. Entonces unidos por la paz es que podemos llegar a esa conquista, un espacio de libertad y ser más hermanos”, expresó.
Luego repasó su propia historia: nació en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, hecho que marcó su vocación de paz hasta el día de hoy. Para finalizar su discurso, leyó un mensaje para las Madres, donde destacó el valor de la mujer: “Mujer es paz. Mujer es vida, Madres de Plaza de Mayo”, concluyó.
Antes de ceder la palabra a Juanita, Pedro Lanteri expresó: “Las Madres destacadas como mensajeras de la paz: ellas van a estar cumpliendo el deseo de sus hijos cuando los chicos ya no sufran más, cuando haya sonrisas en los chicos de todo el país. El mayor premio que tienen son estos hijos que han sido mensajeros de paz poniendo el cuerpo en esa lucha por crear un mundo más justo”.
Seguidamente, la histórica tesorera de la Asociación, sostuvo: “La presencia de Madres luego de 34 años de lucha ha sufrido desgastes, dolor y ha tenido la alegría de poder tomar en sus manos con todo el amor por el cual esa lucha empezó, en el 76, y la seguimos con un sentido de responsabilidad”
“Hablar de la paz es hablar al respeto a los derechos humanos. Cuando se produjo esta situación realmente horrorosa de que los militares tomaron el gobierno, entraron a los hogares y nos robaron algo tan grande como a nuestros hijos, salió de una madre, y de todas más luego, algo muy espontáneo: ‘Se llevaron lo mejor de nuestro hogar. Hay que irlos a buscar’. Entonces es cuando salimos. Primero lloramos, luego determinamos que había que continuar con fuerza y así caminamos, por eso les quiero decir, pese a tantos años de lucha, que nos sentimos fuertes y comprometidos todavía con todo lo que ellos querían”, añadió.
Luego, Juana, que en plena dictadura abrió las puertas de su casa para reunirse con sus compañeras y cuyos conocimientos de inglés fueron estratégicos para dar a conocer las denuncias en el exterior, expresó: “Las Madres dentro de toda la lucha no usamos la violencia”. “Hay que seguir y seguimos pero sin llegar a la violencia. Comprendemos que tenemos que luchar por la paz, junto al respeto al ser humano: es una lucha que va pareja”.
Por último, afirmó: “Cómo no vamos a luchar por la paz cuando hay niños que mueren al nacer, cuando hay pobreza, madres que no tienen techo… claro, esto lo sabían estos hermosos hijos que se llevaron y aprendimos a luchar, a seguir, a continuar, a perseverar en esta lucha en nombre de todos ellos porque haya paz. Cuando esto se complete, cuando se pueda vivir en una forma distinta, que no haya carencias, que no haya tanta lágrima, tanta sangre, entonces cuando unamos todo eso por una paz permanente y también para que sepamos que esta lucha no parará. Lo prometemos, lo continuaremos porque siempre estamos en este punto. Estamos firmes. Continuar y al mismo tiempo ir haciendo que cada uno tenga el castigo con la Justicia y que en los hogares pueda reinar la paz”.
Finalmente, D’ Angelo y Brancati entregaron el reconocimiento a las Madres personalizado en Juanita y Hebe: “Elegimos a la Madres por esa cultura de paz. Porque no fueron por la revancha sino por la Justicia”, afirmó el primero de ellos al hacer entrega de la distinción.
En ella puede leerse. “Mensajeras de la paz, Se otorga a toda persona que por su acción, dedicación a lo largo de su vida demuestre una verdadera vocación para participar, crear y difundir una verdadera cultura de paz para toda la humanidad. La paz es una realidad que se construye con hechos concretos”.
Al recibir el reconocimiento por estar al frente de las Madres, la Presidenta de la Asociación afirmó: “La paz es muy importante, sólo que las Madres siempre decimos que la paz no hay que hacerla de rodillas, sino de pie, con el pecho, la cabeza, poniéndole el cuerpo a las balas”.
Además de este reconocimiento, y por sólo mencionar algunos, las Madres recibieron el Premio de la UNESCO “Educación para la paz”; en 1995, el Premio Ciudad de Brescia "Laura Bianchini", en reconocimiento a su testimonio precioso de amor, de vida y de libertad; el Premio "Sajarov" a la Libertad de Pensamiento, que otorga anualmente el Parlamento Europeo, en diciembre de 1992, entre otros tantísimos galardones nacionales e internacionales.
Las Madres de Plaza de Mayo: 34 años de vida venciendo a la muerte, construyendo la única paz posible a la que es posible aspirar bajo el capitalismo: la de un pueblo en lucha permanente por su libertad, por la Justicia, y por la igualdad.
L.Z
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