La integran hombres y mujeres vinculados a la economía rural. La impulsó el ex presidente.
La Corriente era una de las apuestas que había hecho Néstor Kirchner para reconstruir los lazos que se habían roto, con el conflicto desatado por las retenciones móviles con los pequeños y medianos productores rurales. Un sector que había apoyado con fuerza a Cristina en las elecciones presidenciales de 2007. Con la misma idea, Kirchner le había delineado al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, una política que defendiera a la pequeña burguesía agraria y la diferenciara de los grandes patrones, los pools de siembra y las compañías multinacionales.
La Corriente Agraria Nacional y Popular, que promete llenar el Luna Park para apoyar la continuidad del gobierno de Cristina Fernández, tiene una conformación particular. Uno de sus referentes es Guillermo Martini, subsecretario de Agricultura Familiar de la Nación. “Básicamente somos profesionales y técnicos con participación directa en actividades relacionadas con el sector. Hay docentes, estudiantes, veterinarios, pero también acopiadores. Y son sectores que están de acuerdo con la línea general de este gobierno. Hay más de 400 técnicos y profesionales que trabajan de manera permanente. Se vienen haciendo reuniones hace dos años”, explicó Martini. “Tenemos una visión muy peronista, por ejemplo, creemos en la creación de una agencia nacional de comercialización de granos que le permita al Estado intervenir en el mercado”, agregó.
La presentación de CANPO es una más de las apuestas del gobierno para el sector rural. Como se informa aparte, esta semana en la Cámara de Diputados se le dará impulso a una ley de trabajo rural (ver aparte). En el Ministerio de Agricultura, además, prometen noticias sobre otros temas: la limitación de la propiedad de la tierra en manos extranjeras y la regulación de los arrendamientos. Julián Domínguez, por su parte, se prepara para darle un fuerte impulso en la comercialización de granos al exterior a las cooperativas.
Todas y cada una de las iniciativas, previsiblemente, provocarán nuevos encontronazos entre los presidentes de las entidades agropecuarias hermanados, desde hace tres años, en la Mesa de Enlace.
TIEMPO ARGENTINO – 28/02/11
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