2010, año del Bicentenario. Año en que el pueblo inundó las calles para celebrar con alegría y con emoción el reencuentro con su historia, “la nuestra, la de todos”, y generó uno de esos momentos imborrables de una Patria que pugna por emerger desde hace ni más ni menos que 200 años.
2010, año de concreción de los logros construidos a lo largo de 7 años. Año en que el proyecto nacional encabezado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner afianzó la construcción de un modelo de país fundado en el trípode virtuoso de Consumo, Trabajo y Producción, que ha permitido recuperar la mesa familiar, la dignidad del trabajo, la jubilación para todos, el crecimiento sostenido de la economía.
2010, año en que los 40 millones de argentinos que conformamos esta nación – tal como registró el Censo - pudimos ver plasmado el ideal de unión de los pueblos latinoamericanos, en democracia y en paz, bajo el liderazgo y la acción decidida de Néstor Kirchner que nos dejó como uno de los principales legados: la posibilidad de hacer posible lo que parecía imposible:
El año que concluye nos deja con mucho para celebrar, a pesar de la honda tristeza y del dolor de haber perdido a un dirigente excepcional (que se veía a sí mismo apenas como un hombre común con responsabilidades importantes) que con coraje y convicción supo revalorizar el rol de la política como transformadora de la realidad, renovar la esperanza y reposicionar al Estado como garante e impulsor de la equidad y de la recuperación y ampliación de derechos.
Comprometidos con la Verdad, con la Memoria y la lucha por la Justicia como Políticas de Estado, en menos de una década se han extendido derechos a lo largo y a lo ancho del país, incorporando a más de dos millones de personas, en su mayoría amas de casa (las trabajadoras “invisibles” del hogar) al sistema previsional, cuyos beneficios jubilatorios son actualizados dos veces al año, y a tres millones setecientos mil niños a la Asignación Universal por Hijo, la política de inclusión social más importante del último medio siglo que equipara los derechos de las familias de todos los trabajadores, estén o no registrados.
Las política laboral, tendientes a recuperar los derechos de los trabajadores que fueron negados durante décadas, las paritarias, el salario mínimo, el sostenimiento del empleo y su formalización, la tecnología incorporada a la educación, las becas, la creación de nuevas carreras y oficios… decisiones todas orientadas a: crear y dignificar el trabajo; porque no puede haber consumo sustentable ni consumo sostenible entre generaciones si no hay trabajo digno en su retribución y en sus condiciones de realización, que aporta a un sistema jubilatorio que funciona, y si ese trabajo no produce al servicio del mercado interno y de nuestra economía familiar.
El Estado nacional presente ha dado vuelta las prioridades: nos desendeudamos y destinamos más plata para la educación que para los intereses, tenemos récord histórico en inversiones en obra e infraestructura pública para mejorar la calidad de vida, motorizar la actividad y optimizar la competitividad económica y social permitiendo el desarrollo de las provincias, las comunidades, los trabajadores, la familia.
De manera sintética, celebramos un modelo que ha generado el mayor crecimiento económico con inclusión social de nuestros doscientos años de historia.
El año que comienza, no obstante, representa un desafío. El de profundizar este proyecto político soberano de desarrollo con inclusión y de continuar avanzando, acompañando a la Presidenta, sobre las cuestiones aún pendientes que nos permitan hacer de Argentina una gran Nación con Equidad y Justicia para todas y todos.
Esperemos estar a la altura del desafío! Feliz 2011!
* PIMPI COLOMBO Subsecretaria de Defensa del Consumidor, Nueva Dirigencia en el Frente para la Victoria
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