Un año más con las banderas bien en alto
El 7 de Septiembre de 1985, se funda, en la ciudad de Buenos Aires la Organización Peronismo 26 de Julio.
El puñado de militantes que le da origen tiene una trayectoria diversa dentro del Movimiento Peronista: un núcleo volvía del exilio forzado producto de la represión durante la dictadura militar; estaba el que había soportado largos años de prisión, el que se había fugado de un campo de exterminio, los que se habían “guardado” sin poder salir del país.
A todos los unía el mismo pasado de lucha, las mismas ganas de seguir en la pelea, el mismo anhelo de ver a la patria liberada.
Entre su núcleo fundador hay compañeros que habían participado en la Juventud Peronista, en la Unión de Estudiantes Secundarios, en la Juventud Universitaria Peronista, en Montoneros, en la Juventud Trabajadora Peronista; y no están dispuestos a hacer “borrón y cuenta nueva”, si no que se asumen como continuidad de tales expresiones.
Haciéndose cargo de los errores cometidos, puntualizándolos, para no volverlos a repetir. Pero también incorporando las enseñanzas que dejó una de las experiencias más ricas en la historia de nuestro pueblo: la organización popular como herramienta para transformar la realidad.
La tarea no ha sido sencilla, ni lo es, pero en el balance, podemos decir que nuestras hipótesis de crecimiento y acumulación fueron correctas.
Y mientras observábamos como iban quedando en el camino “viejos compañeros” y como dejaban de existir no pocas agrupaciones del espacio; la 26 seguía su marcha inexorable, sin prisa pero sin pausa.
Organizándonos desde abajo, desde lo chico a lo grande, desde lo simple a lo complejo. Y desde el pié fuimos creciendo, y nos extendimos a otros distritos y a otras provincias. Y fuimos incorporando cada vez más compañeros. Y creció, sobre todo, nuestro trabajo con la juventud.
Y hoy la Juventud Peronista 26 de Julio es nuestro semillero de donde salen nuevos conductores que garantizan la continuidad de nuestra lucha.
Y por si esto no fuera demasiado como para ilusionarse, de las entrañas mismas de la juventud, surgió Infancia Peronista, ya que los más pequeños buscaron su propio espacio de organización y participación.
Cumplimos 23 años y ya superamos hace rato la mayoría de edad. La 26 de Julio se erige como una organización política del peronismo revolucionario de carácter nacional ; donde en la lucha por la Soberanía, la Independencia y la Justicia, nuestros militantes se elevan hasta lo más alto de la condición humana, superando el nefasto individualismo que propone el sistema y formándose como cuadros revolucionarios.
El porvenir nos depara un largo y difícil camino hacia la definitiva liberación de nuestra Patria Grande.
Pero tarde o temprano, si no bajamos los brazos, la Justicia Social la conquistaremos, caiga quien caiga y cueste lo que cueste. Porque luchamos con la fuerza arrolladora de la historia; y con la convicción y la mística que nos dan la justicia y el carácter popular de nuestra causa.
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