Corresponden a dos colonias aborígenes en donde la realidad es desesperante.
La situación de los niños de dos colonias aborígenes de Ibarreta, en Formosa,
es dramática. Según un relevamiento de profesionales de la salud, 28 menores de
edad están desnutridos. Necesitan con urgencia la colaboración de todos a
quellos que puedan enviarles alimentos y medicamentos.
Así lo informó Miriam Uro, una de las enfermeras que atiende a los niños,
y un médico, que prefirió que no se publicara su nombre.
Los menores edad desnutridos forman parte de las colonias
Pilagá y Toba, en Ibarreta, municipio situado a 204 kilómetros de la capital formoseña.
"Es una realidad de la región, un problema del país que habla de la falta de equidad.
A la gente no le alcanza para sobrevivir y no puede alimentarse con
leche y carne. Esto genera inconvenientes para formar la masa muscular.
Necesitan proteínas", sostuvo el médico.
El caso más
dramático
Es el de un bebe de un año que tiene una desnutrición de tercer grado, pesa 5,5
kg cuando debería llegar a los diez kilogramos. "Es una desnutrición
del 46 por ciento", explicó el facultativo.
Hasta principios de 2009, funcionó un comedor comunitario donde
los niños recibían un desayuno, un almuerzo, una merienda y una ración para
la cena. El lugar era solventado con el aporte económico que llegaba desde
una parroquia de Buenos Aires.
"La situación es crítica. Por suerte, los últimos días llegó una importante cantidad
de alimentos que donó gente solidaria", contó Uro.
Según la enfermera, el problema de la falta de alimentos no es el único
inconveniente de los niños de las colonias Pilagá y Toba. "Hay chicos que sufren
de varicela y, por las malas condiciones del agua, muchos tienen
diarrea y sufren vómitos", sostuvo Uro.
Prohibido hablar de la desnutrición
Otros profesionales de la salud consultados afirmaron que desde el poder
político les prohibieron hablar de desnutrición. "Nos dijeron que tenemos
que hablar de problemas de bajo peso", contó una de las personas que
tiene contacto diario con los niños.
Voceros de la gobernación de Formosa, no responden a las
llamadas efectuadas por el periodismo.
"No llega la ayuda como debería", afirmó Uro. A las colonias Pilagá y
Toba llegan los programas Remediar, que dependen del Ministerio
de Salud de la Nación, y Nutrir Más, que es financiado por el
Ministerio de Desarrollo de la Nación.
"Pero la realidad que vivimos hace que no sea suficiente toda
la ayuda que llega", aseguró el médico.
Las personas o empresas que puedan ayudar con alimentos o
medicamentos (elementos de primeros auxilios, remedios
antitérmicos y antifebriles, entre otros) se pueden comunicar
con el grupo de voluntarios Qanaytaq en el correo electrónico:
qanaytaq @gmail.com y por el 4790-1449.
El grupo Qanaytaq viaja periódicamente a Ibarreta desde
Buenos Aires para colaborar con las colonias.
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Pedido por aborígenes del extremo Oeste |
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El comercial
Domingo, 19 de Septiembre de 2010 00:01 |
Señor Gobernador: Desde este rincón de nuestra querida provincia
de Formosa, ubicado en el extremo oeste y como pueblo Wichí,
queremos expresar nuestro profundo dolor por la forma de hacer
política implementada en nuestras comunidades.
Cuando a mediados de la década del 80 se iniciaban los actos de
entrega de los Títulos de Propiedad de Tierras a distintas
comunidades, sin duda fue uno de los hechos más sobresalientes en
la historia de nuestros Pueblos Indígenas, como lo fue también el anuncio
de la llamada Reparación Histórica, donde todos dimos aplausos.
En ese momento, ancianos, jóvenes y niños estábamos muy
contentos por la Democracia, y sobre todo los ancianos quienes
con esfuerzo luchamos, sin embargo por detrás venía la política de
construcción de canales, de acuíferos a cielo abierto, obras que
hicieron inundar a nuestras comunidades y nosotros nos fuimos
desplazando de nuestros lugares de origen, como las vizcachas que
las despojamos de sus madrigueras en busca de un lugar que
no alcance el agua. Y estos hechos se dieron varias veces
y tuvimos que cambiarnos de lugar.
Hoy nos damos cuenta que con esas obras nos están
despojando de nuestros territorios y también nos damos cuenta
que esto está muy lejos de la visión igualitaria e integradora
de los actos de la reparación histórica.
En la actualidad vemos mucha presión política queriendo
que salgamos de nuestros lugares, y lo hacemos con distintas estrategias.
Una de ellas es en función de la famosa Ley de Lemas, que en algún
momento se dio cuando teníamos dos diputados provinciales, uno de
ellos Roberto Domingo Vizcaíno Braida, que está hoy en actividad.
Esto produjo un impacto negativo en lo moral de nuestras comunidades.
Este político hizo sus grupos de personas comprando su pensamiento,
su libertad. Esto últimamente genera divisiones entre los hermanos y se
forman nuevas y pequeñas comunidades de dos a cinco casas que se
dispersan, que se van de sus tierras de la cual tienen título de propiedad
y se ocasionan con todos los problemas que generan las
diferencias entre hermanos y parientes.
Por citar hechos recientes, uno, en la acomunidad de
Tres Palmas se había dividido, no muy distante entre si, no hace
muchos años y surgió el problema del lugar donde debía hacerse la escuela.
Entonces para dar solución a esto con un buen sentido común,
el Cacique y Delegado de El Tucumancito acuerdan con ambas partes
instalar la escuela en una zona media, resuelto
esto a los efectos de Artículo 15 del Estatuto Social de las
Comunidades Aborígenes y mediante la elaboración de un
Acta Acuerdo surgió de una Asamblea.
Sin embargo, el diputado Roberto Vizcaino y sus colaboradores,
Rafael Pezoa que cumplía la función de Delegado Zonal de María
Cristina y Pedro Orlando Zárate, un espía en nuestra zona, con fuerza
y diciendo que por orden del gobernador se debía realizar la construcción
de la institución en una parte de la comunidad, (debido a que esta parte
pertenecía al sector político de Vizcaíno), no respetaron
el Acta acuerdo, no se respetó la decisión del pueblo.
Otro hecho pasó en la Comunidad de María Cristina, unos
representantes del lugar pidieron información a este político
por una obra que se iba a realizar en el río y además se pedía la participación
en este trabajo, pero esto fue totalmente negado. No obstante Vizcaíno
empezó a buscar dirigentes vulnerables para convencerlos y elaborar
un Acta la cual no fue dada a conocer por el pueblo. Este suceso
produjo gran confusión entre la gente.
Estos son algunos de los muchos ejemplos de cómo nos vienen
tratando hoy. No queremos que nos sigan tratando así.
Creemos que nos están provocando por no respetarnos
en el marco de lo establecido en la Constitución Nacional y en el
Convenio 169 de la OIT, referidos al respecto y la
participación en la toma de decisiones de los trabajos
que afecten a nuestros pueblos.
Agregamos que; queremos que la forma de ser escuchados
no sea la de exponer la vida en la ruta. Que para lograr algo
no tengamos que pasar por amenazas y persecuciones políticas
y policiales, o ir hasta la justicia con causas inventadas
como sucedió para la concreción de las construcciones
de las nuevas escuelas en nuestras comunidades.
Que se descarte la posibilidad de vernos imputados
con causas manejadas por la policía misma.
No estamos de acuerdo que los sueldos y pensiones sean
un negocio para congregarse a un político de turno ni con los
Maestros de Grados que cumplen la función de caciques.
Que los votos no sean comprados con una mísera bolsita de mercaderías.
Nosotros queremos participación y ser consultados en
los trabajos que afecten a nuestras comunidades y no como la
POTFOR, que ni sabemos el espíritu de la misma.
Queremos que se implemente en nuestras tierras la Ley de Bosques
y de Emergencia Territorial indígena la cual establece la participación.
Queremos la Paz y vivir en armonía con la naturaleza como
personas y en sociedad en pos de una buena democracia.
Con todo respeto lo saludamos las comunidades del extremo Oeste de su Provincia.
Firma: Gamabil Roca DNI 28.015.976 |
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