sábado, agosto 14, 2010

HISTORIAS LLENAS DE GRANDEZA: LA REBELIÓN DE LA DIGNIDAD. Las historias que no se cuentan sobre la Asignación Universal por Hijos (AUH) en Florencio Varela /////





A Camila se le escapó un lagrimón en la juguetería. No por ella. A seis años de ser madre, es la primera vez que les pudo comprar un juguete a sus hijos con su propio dinero. Y la emoción la embargó hasta las lágrimas. Al varón, de 4 años, le regaló una pelota. A la nena, una muñeca, imitación de Barbie. Fue un Día del Niño especial para Camila y su familia.
Ella tiene 27 años. Nació y creció en el barrio Procasa de San Francisco. Una tierra que le ganó al descampado en la década del 80. Se casó hace seis años con su novio de siempre, Joaquín, quien se la rebusca con changas para llenar la olla. Camila trabaja por horas en varias casas del centro de Varela.
Esta historia hasta ahora anónima se repite en cientos de casas varelenses y arroja por tierra aquella desafortunada descripción del senador radical Ernesto Sanz que había sostenido que la Asignación Universal por Hijos se destinaba al “paco y al vino”. Camila forma parte de los más de 46 mil beneficiarios de la asignación en Varela y, como tantos, no saben de índices macroeconómicos. Sin embargo, conoce bien a fondo las necesidades e ilusiones de sus hijos. “Querían juguetes y se los compré. No nos sobra nada, pero antes le compraba ropa para estos días especiales, algo que pudieran usar para vestirse. Este dinero, que es de ellos y que por suerte lanzó el gobierno, les devuelve algo de ilusión”.
Alejada de las discusiones elegantes de los salones más coquetos del país, a Camila y Joaquín, comprarles un juguete a sus hijos les devolvió la dignidad. La grandeza de la sencillez, dirían los filósofos más reconocidos del mundo.
Tamara vive en el otro lado de Varela, en el barrio La Sirena. Ella eligió comprarle “una mochila” rosa, con la gata Kity en el frente y rueditas. Desde la secretaría de Desarrollo Social de la comuna se dijo a Infosur que la Asignación Universal por Hijos es “una gran inversión”. “Constituye un beneficio que se consolida cada vez más en miles de hogares, con un fuerte impacto en el orden económico, educativo, sanitario y que profundiza los niveles de inclusión, seguridad y protección social”, dijeron.
Otras cuatro madres de Varela lo confirman. Ellas, del barrio Gobernador Monteverde decidieron contar sus “pequeños grandes logros” al periódico Miradas al Sur. “Cuando se sacan buenas notas nos piden de todo”, dicen felices.
Estas mujeres viven en el barrio gobernador Monteverde y contaron las grandezas del los “regalitos” para sus hijos.
–Yo te voy a decir una cosa –dice Ida, de 42, que trabaja por hora en una casa– que a lo mejor te dé risa: yo este año recién pude comprarles mochila nueva a los chicos. Antes iban siempre con la misma que habían empezado primer grado. No te digo que guau! Les compré la mejor mochila, pero ellos están contentos.
Para Johanna, las personas que están en contra de la asignación por hijo es porque realmente no pasaron ni saben lo que es la necesidad. “El papá de mi gorda se borró y si bien mi familia me apoya, es como que lo económico jodía un poco. A mí la asignación me vino muy bien para los remedios. Para mí, está bárbara, porque al principio era pura teta, pero creció y gastás mucho en comida”, dice.
Para Gabriela, mamá de un varón de 17 que va a segundo año, lo que más la sorprendió sobre los cambios del barrio, fue hace poco, cuando fue a la plaza: “Volví a ver la Plaza de Varela llena, con los papás comprándoles pochoclos, gaseosas a los hijos, ¿sabés que lindo?, hacía años que no estaba así la plaza”.
–El otro día salimos a la feria y dije “ah, compré un pantalón”, lo de la Asignación es subirle la autoestima a la gente. No va en sólo en comprarle una remera a tu hijo, va en sentir que te sobra algo de plata para darte un gustito, y no te sentís menospreciado, ni excluído, el país está evolucionando– dice Ida. –O una buena mesa –agrega Gabriela–, a mí lo que más me reconforma es comerme un rico asado un domingo con mi comadre.
EL DATO
La presidenta dispuso el aumento de la asignación de $180 a $220 Más de 46 mil beneficiarios viven en Varela Con la Asignación, aumentaron un 30 por ciento las matrículas en las escuelas y 20 por ciento las ventas en los centros comerciales. 


GENTILEZA: 

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