El nivel de empleo no registrado en la Argentina se sitúa en el 34,6 %. En las actividades rurales la cifra alcanza al 75% y tiene picos del 90%. Pero el presidente de la Sociedad Rural no mencionó el tema en su discurso del sábado.
Lejos de ser la reserva moral de la Nación, tal cual lo expuso el sábado por la tarde el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) Hugo Biolcati, el campo argentino parece caracterizarse más por su notable nivel de ilegalidad a la hora de emplear mano de obra, además de por su altísima rentabilidad. Según un reciente informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación, la informalidad en el sector rural asciende actualmente al 75%, una cifra más que alarmante si se tiene en cuenta que el empleo en negro para todo el país alcanza el 34,6 por ciento.
Desde el año 2003 hasta el primer semestre de 2010 la cartera laboral conducida por Carlos Tomada realizó inspecciones en 11.737 establecimientos rurales de todo el país, lo que arrojó como resultado que en determinadas regiones y actividades puntuales se supere incluso el 75% mencionado para todo el sector agrario.
Durante el primer semestre del corriente año y como parte del Plan Nacional de Regularización del Trabajo (PNRT) la Delegación Regional de Salta realizó una serie de operativos de fiscalización de huertas en esa provincia. Los resultados sorprendieron a propios y extraños: en las 35 huertas relevadas, se estudió la situación de los 185 trabajadores encontrados, de los cuales 171 se encontraban en negro, es decir que la tasa de trabajadores no registrados alcanzaba el 92,5 por ciento.
“El porcentaje de detección fue altísimo, superándose las expectativas depositadas en esta actividad, ya que en años anteriores nos había brindado guarismos que rondaron entre el 50% y el 60%”, consigna el informe. En la misma sintonía, las inspecciones realizadas durante la cosecha de yerba mate y algodón en el NEA del país encontraron niveles entre el 47 y 45,5% de informalidad, respectivamente.
Además de tener altos índices de precariedad, las actividades vinculadas a la ganadería, agricultura, silvicultura y pesca se caracterizan por ser el sector con menor tasa de regularización en los últimos años, según los datos que elabora la cartera laboral.
Por su parte, un reciente informe elaborado por especialistas del Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (Ceil), del Conicet, indica que en el sector agropecuario tanto el trabajo no registrado como los demás empleos en situación precaria se han incrementado desde hace dos décadas como resultado de la ampliación y concentración de las explotaciones. Asimismo, entre los factores que inciden para una mayor precarización laboral en este ámbito, el documento señala que “la modernización de la agricultura (ahora más mecanizada, haciendo un uso intensivo de agroquímicos en momentos específicos de la cosecha, introduciendo nuevos métodos de producción y variedades de semillas genéticamente modificadas), la especialización y estacionalidad de cultivos no tradicionales que concentran el uso intenso de la fuerza de trabajo en determinadas épocas del año”.
En diálogo con Tiempo Argentino, el diputado nacional Héctor Recalde, presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, recordó que cuando se votó en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario y se propuso la reducción de la jornada laboral a ocho horas “tres de las entidades patronales lo rechazaron y una –Federación Agraria– pidió más tiempo para estudiar la cuestión”.
“No veo por qué un trabajador del campo tiene menos derechos que un metalúrgico, por ejemplo”, aseguró el legislador, y adelantó que tanto el ejecutivo como él mismo elaboraron proyectos tendientes a regularizar y proveer de derechos a los trabajadores rurales, los cuales serán tratados próximamente en el Congreso.
Recalde aseguró además que el campo es uno de los grandes explotadores de trabajo infantil y que posee uno de los niveles más altos de accidentalidad del trabajo. “Por eso cuando veo que Biolcati –el mismo que en un programa de televisión se preguntaba si cae el gobierno– quiere colocar al campo por encima de la
sociedad como reserva de autoridad moral, yo me pregunto ¿reserva moral de qué?”, señaló Recalde. <
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