En Santiago del Estero, las autoridades sanitarias instan a tomar medidas de prevención.
La aparición de dos casos de sarampión disparó el alerta nacional contra esta enfermedad y esta provincia no fue la excepción, donde las autoridades del ministerio de Salud advirtieron a la población sobre la necesidad de extremar las medidas de prevención contra esta afección para evitar un posible brote.
Estos dos casos se producen nueve años después de que nuestro país se declarara libre de sarampión. Al respecto, Gisela Bezzi, responsable de la secretaría técnica de Epidemiología, sostuvo que “el alerta del sarampión se elevó desde el Ministerio de Salud de la Nación, por lo que es indispensable que los padres mantengan el carnet de vacunación de sus hijos al día”.
Si bien en Santiago no se han detectado casos de la enfermedad, el temor al ingreso del virus mantiene a todas las dependencias provinciales en constante vigilancia.
Según informó Bezzi, el arma fundamental de prevención es la colocación de la triple viral al año de vida del niño y sus respectivos refuerzos a los 6 y 11 años de edad.
En tal sentido, sostuvo la importancia de la vacunación en las próximas semanas a los alumnos que recién inician el ciclo lectivo porque deberán comenzar las clases con el carnet actualizado y sin ningún faltante.
La médica fue contundente al señalar que “un caso ya significa un brote” y es por ello que se iniciaron las medidas de prevención en todo el país para evitar que se repita en otro lugar.
El alerta decretado se produjo luego de que dos hermanos mellizos de diez meses que no habían recibido la vacuna triple viral se contagiaran de una turista europea infectada por la enfermedad.
Bezzi explicó que “en Europa la tasa de enfermos de sarampión es alta ya que la vacunación en los país de la zona es baja” por lo que se presenta como una patología común.
Contagio
Los especialistas manifiestan que el sarampión es una enfermedad producida por la infección de un virus (mixovirus) que es muy contagioso, y que cursa con un cuadro clínico en tres fases: un período inicial de incubación prácticamente sin síntomas, una fase precoz con enrojecimiento intenso de la mucosa oral y de la garganta y un gran catarro ocular, faringeo y nasal.
Posteriormente aparece una erupción en la piel en forma de manchas rojas confluentes y diseminadas, tos con fiebre y enrojecimiento de las conjuntivas oculares.
El contagio se realiza de persona a apersona, por las gotitas de saliva, en el período catarral y el comienzo del eruptivo; no ocurre a través de objetos ni de terceras personas.
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